jueves, 8 de abril de 2010

Jóvenes campesinos huilenses reciben cursos gratuitos de astronomía gracias al Sena


La idea es que estos 40 muchachos de Villavieja, Huila, puedan crear asociaciones propias de guías turísticos.

Mientras decenas de vacas mueren día a día de sed y hambre por la sequía que azota a Villavieja, un municipio desértico y pobre del norte del Huila, un grupo de 40 jóvenes de ese mismo pueblo ha puesto sus ojos, y parte de su futuro, en las estrellas.

Gloria Johanna Borja es una de ellos. Tiene 16 años, cursa décimo grado y sus padres son campesinos. A ella, en un pueblo donde casi todos trabajan en el campo, la rutina le ha cambiado desde principios de febrero.

Antes, como muchos niños campesinos de Villavieja, estudiaba toda la mañana y llegaba a casa para ayudarles a sus padres. Le tocaba, casi siempre, cortar y traer la leña con la que su madre cocinaba mientras su papá llegaba con plátanos y comida de unos sembrados que tiene cerca del río Magdalena. Por la noche, Gloria se acostaba sobre unas tablas en el patio de su casa para ver las estrellas.

Desde hace dos meses procura recoger la leña más rápido, para que sus padres la dejen ir por las tardes a aprender cuáles son esas estrellas que ha mirado desde niña.

Gloria se unió a un curso de astronomía gratuito que ofrece el Sena para los jóvenes de su pueblo. Los chicos, casi todos hijos de campesinos, estudian con el astrónomo antioqueño Javier Rúa.

Él llegó a vivir a Villavieja hace más de diez años porque no encontró mejor lugar en Colombia para ver el cielo que el desierto de la Tatacoa.

Rúa es quien les enseña en las tardes, de lunes a jueves, a Gloria y a otros 39 jóvenes, de constelaciones, planetas y estrellas. Por las noches, los lunes y martes, va con ellos a realizar las prácticas en el Observatorio Astronómico del pueblo, en el desierto.

Camilo Castrillón, director del Sena en el Huila, explica que la iniciativa hace parte de un programa de esa institución, que se llama Jóvenes Rurales Emprendedores. A través de esa iniciativa buscan que los muchachos del campo puedan montar proyectos propios, aprovechando los recursos que ofrecen sus lugares de origen. Además, el desierto de la Tatacoa es el eslabón con el que Villavieja espera fortalecer su economía, desde el turismo, en los próximos años.

"Con esto, personas de escasos recursos pueden adquirir conocimientos aparentemente inalcanzables, para beneficio propio. Y si son bien pilosos, pueden desarrollar su propio proyecto, no solamente productivo, sino de vida", opina Castrillón.

El director del Sena en el Huila agregó que, una vez finalizado el curso de astronomía, en julio, la idea es que los chicos comiencen a crear sus propias asociaciones de guías, para mostrarles las estrellas a los turistas.

Gloria ya decidió que no quiere trabajar en el campo. Aún no sabe si lo suyo es ser médica y estudiar en Neiva, o tal vez montar un proyecto propio en Villavieja y convertirse en astrónoma.

"Si yo fuera guía -agrega- me gustaría que la gente de afuera mirara más allá de sus narices, que se diera cuenta de que hay cosas muy bonitas, que están allá en el espacio. En las ciudades es imposible ver bien las estrellas, pero en un pueblo así, bien sanito como este, se pueden observar bien, sobre todo en el desierto de la Tatacoa".

ALBERTO MARIO SUÁREZ D.
ENVIADO ESPECIAL DE EL TIEMPO*
VILLAVIEJA (HUILA)
*CON INVITACIÓN DEL SENA

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